Obviamente mi vida cotidiana ha cambiado mucho por culpa del coronavirus. Cuando estaba confinada, mi vida de todos los días era por supuesto más aburrida que antes, porque estaba encerrada como todo el mundo. Mi vida era más monótona pero no completamente aburrida, porque no vivo sola, tengo un hermano y una hermana, por eso, no estoy tan aburrida. Mi vida de todos los días en confinamiento se resumía a: jugar con mis hermanos, a estudiar, a limpiar, a ver series o a dibujar. Antes le tenía mucho miedo a este virus y temía transmitirlo a mis padres y que se enfermaran gravemente. Estaba muy confundida, porque por ejemplo una vez dicen que el virus no se puede transmitir con objetos y luego dicen que sí se puede y que los objetos tienen que desinfectarse o dicen que el virus puede estar en el aire y luego dicen que no.
Pero, hoy no tengo mucho miedo más bien dicho ya no me importa, porque hace tiempo que hablamos de este virus. Antes estaba mucho más informada, ahora casi no veo la televisión, además vivimos en uno de los departamentos menos afectados de Francia. Pero ahora que somos un poco más libres, que podemos salir, pues mi vida es más animada. Salgo con mis amigas, con mi familia, me voy al supermercado a veces a tiendas y casi todas las veces que salgo, me voy al parque porque es allá donde hay más espacio, donde menos la gente se cruza . No me voy a lugares donde hay mucha gente como a Burdeos. Aunque ya podemos salir no podemos ir a donde nos antoje, por ejemplo no podemos ir al cine, al teatro, a restaurantes, algunas tiendas, aunque yo quisiera. Lo que quiero decir es que todavía no estamos completamente libres. Pero no pasa nada porque es por nuestro bien. Mucha gente le tiene odio a este virus, pero siempre hay que ver el lado positivo. Este virus ha hecho algunas cosas buenas, por ejemplo ha permitido contaminar menos el ambiente, la gente no sale como antes, entonces el petróleo y otros contaminantes ya no se usan mucho.
Ahora no tengo confianza al gobierno, porque antes al final de febrero, no les importaba el virus. La gente entró en pánico y el gobierno dijo que la situación estaba controlada y tenían como pretexto que la gripe era mucho más peligrosa que el coronavirus, solo estábamos exagerando las cosas por culpa de las redes sociales. La única cosa que hicieron es poner unos carteles en aeropuertos, contra el coronavirus, sabiendo que las cosas iban muy mal en China. Dos semanas más tarde, hubo una « guerra » sanitaria y nos encontramos encerrados en nuestra casa. Afortunadamente, ya estamos en una época donde las informaciones circulan muy rápidamente, es decir que ya teníamos varias informaciones, y la información que el virus se propaga muy rápido hace parte de estas informaciones. Creo que si el gobierno hubiera recapacitado más rápido ante esta crisis, no hubiéramos pasado por todo esto. Me chocaron también las imágenes desiertas durante el confinamiento de unas ciudades muy activas que no duermen nunca como Nueva York, Paris y Madrid.
Para mí, el coronavirus en cuatro palabras es : multiplicar, miedo, encerrar, y guerra.
Sara El Youssfi Ennahachi, alumna de tercero B.